LA CAPACIDAD DE PROVOCAR EL AQUI Y EL AHORA.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Vacío, vacuo, vacuidad y belleza o, cuando sólo las historias hermosas son reales.

La suscitacion del aquí y ahora.

En el mundo de la interpretacion se suscitan una serie de espacios, espacios escénicos, o un único sin espacios sin pensamientos y pura consciencia.

Esto debe ser entendido.

Existe una técnica.

Pero existe una no_técnica.

La no_tecnica no se enseña, no hay nada qué aprender, a la no_técnica se llega.

Es un adiestramiento interior. Ese adiestramiento te eleva. Al elevarte llegas. Y cuando llegas, te vuelves profundo y hondo.

Lo paradójico y hermoso de este resultado es 'qué lo más profundo es lo más elevado'.

Debes aprender a qué quizás no haya qué aprender.

A qué quizás el esfuerzo no sea necesario si apuestas por el ser. El ser actor. Pero quizás nadie te enseño la técnica de la no_técnica de la actuación.

Debes entender qué ahí el ser humano qué vive se trasciende por el ser hasta entonces dormido, y ahí, te conviertes en un vórtice ínfimo de consciencia donde todo el universo vacuo de información se desploma confiriendo estadios de excelencia sin parangón referencial a las circunstancias vitales habituales en un devenir dual de referencias.

Esa es la tragedia infinita del vacío qué acontece en estadios de consciencia ilimitada e inefable de circunstancia alguna concomitante en el ámbito de actuación. Ni actúas ni sucedes. Eres. Ni siquiera queda espacio para la consciencia es pura y sublime belleza sin paridad.

Así llegas a la libertad de la libertad.

Y la libertad de la libertad en actuar es no_actuar.

Al final es simplemente una cuestión inicial de aceptacion.

La aceptacion empleza por tu propia vacuidad.

La primera pregunta es ¿Hasta donde estas dispuesto a cargar con el personaje de tu yo?

A esta primera decisión se llama vacío y es comprender qué el principio de la luz es la noche. Y para ser tu luz tienes qué ser noche que borre tu propia tiniebla.

A este estado de vacío yo lo llamo Vacio, porque el primer vacío es el Vacio y cuando hay mucha luz te ciegas.

El proceso de romper ese fogonazo que te hace cerrar los ojos y no ver a empezar a ver a través del ser, se llama vacuidad.

Es el proceso de llegar a aquello que eres tu no siendo yo.

Lo único qué es tuYo es tu no_yo.

La aceptacion consciente de un infinito ausente donde todo es vacuo, es la verdadera esencia de la verdadera libertad que te lleva a actuar sin tener qué actuar.

La actuación se entiende por tanto como el yo qué trata de ser otro yo y eso supone tensión y distancia. Aceptar qué todo es vacuo es ser y por tanto no_yo, y por tanto, la inexistencia de distancias.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ésto es como abrir una persinana y dejar entrar la luz del amanecer.
GRACIAS Maestro.